Cárceles
Hasta mediados del siglo XVI no había una cárcel fija en un edificio, sino que era itinerante. Lo normal era encarcelar a los delincuentes en las casas de los alguaciles. Hacia 1571 se construyó la primera cárcel de Madrid en la calle de las Platerías (hoy Mayor) esquina a la plaza de San Miguel. Como no había una cárcel específica para cada sexo, se construyó, en 1622, la llamada casa Galera o Cárcel de mujeres. En 1629 se inició la construcción de la Cárcel de la Corte (para los nobles) en la plaza de la Provincia (hoy Ministerio de Asuntos Exteriores). En 1695, una vez finalizadas las obras del edificio del actual Ayuntamiento, se instaló en él la Cárcel de la Villa (para el pueblo) en la parte izquierda del edificio del Ayuntamiento, en la plaza de la Villa. En 1692 Juan Bautista Landázuri fundó la Casa o Colegio de San Nicolás de Bari para mujeres adúlteras. Desde principios del siglo XIX todas las cárceles pasaron al edificio del Saladero, conocido como Cárcel del Saladero y, en 1884, la cárcel se trasladó a la Modelo, en Moncloa.
Durante la guerra civil se habilitaron varias cárceles: cárcel de Porlier (o Prisión Provincial de Hombres número 1), situada en el colegio de San José de Calasanz en la calle de General Díaz Porlier 54 esquina a Padilla y Conde de Peñalver; cárcel de San Antón (o Prisión Provincial de Hombres número 2), situada en el colegio de San Antón en la calle de Hortaleza, 15; cárcel de Ventas o (Prisión Provincial de Hombres número 3), que fue en principio una gran nave destinada a cárcel de mujeres que, en 1936, se destinó a hombres; y la cárcel del Duque de Sesto (o Prisión Provincial de Hombres número 4) que se hallaba en el número 7 de dicha calle. En 1943 se inauguró la cárcel de Yeserías para mujeres clausurada en los años 90.