Calle de la Cava Alta
La calle de la Cava Alta está situada entre la calle de Toledo y la calle del Humilladero, junto a la Plaza de la Cebada así como a la homónomima calle de la Cava Baja
<googlemap version="0.9" lat="40.412287" lon="-3.710504" zoom="16" width="700" height="300"> 40.411568, -3.710654, Calle de la Cava Alta Calle de la Cava Alta Madrid </googlemap>
Historia de la calle[ ]
La teoría más extendida explica que en la Edad media, cuando la villa estaba rodeada de una muralla, la zona comprendida entre las puertas de Moros y Cerrada era totalmente llana, por lo que hubo que cavar unos grandes fosos o minas defensivas para evitar incursiones. Estas eran utilizadas tanto por árabes como por cristianos para poder entrar y salir de la ciudad sin necesidad de utilizar las puertas.
En origen se llamó a esta zona Cava Alta de San Francisco porque la boca que tenía de acceso a la ciudad estaba más elevada y conducía al Convento de San Francisco (donde hoy se sitúa la Basílica de San Francisco el Grande). Cuando en el siglo XVI se rellenó el foso, se construyó una calle que conservó el mismo nombre hasta que en 1835 se denominó Cava Alta a secas.
Las Cavas según Ramón de Mesonero Romanos[ ]
Después de abrir la entrada meridional de la villa en Puerta de Moros, continuaba luego la muralla en dirección del Norte, por entre lo que después fue, y es todavía, calle de la Cava Baja y la del Almendro, hasta salir por detrás de la embocadura de la del Nuncio, al sitio que hoy conserva el nombre de Puerta Cerrada, en que se ve colocada la cruz de piedra, sin duda en conmemoración de haber sido éste el límite de Madrid por aquel lado y el punto mismo que ocupó la antigua puerta. Esta Cava de San Francisco y la de San Miguel, que la continúa, han conservado, bajo la forma de calles, su nombre morisco, y no eran otra cosa que el barranco y alcantarilla que venía corriendo al pie de la muralla desde las Vistillas, y que dio su nombre primitivo la calle hoy llamada de Don Pedro, y antes de la Alcantarilla. Delante de esta puerta murada que ahora nos ocupa había su puente levadizo para salvar el foso o cava.
(Fuente:El antiguo Madrid)