Circos
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Circo[ ]
Denominado también Circo Olímpico. Estuvo situado en la calle del Caballero de Gracia, 29 y 31. Era un barracón para espectáculos de acróbatas construido por un hombre llamado Avrillas. Posteriormente, como necesitaba un local más amplio, en 1834 se trasladó al jardín de la casa de las Siete Chimeneas. En 1846, el marqués de Salamanca lo reformó dándole cabida para 1.600 espectadores y transformándolo en teatro de ópera y de bailes siendo unos de los teatros preferidos de la alta sociedad madrileña. A partir de 1851 en que el marqués de Salamanca lo dejó, pasó a ser teatro de zarzuelas. Desapareció en un incendio en 1876. En su solar se construyó posteriormente el circo Price.
Circo de Colón[ ]
Estuvo en la plaza de Alonso Martínez, entre las calles de Santa Engracia y Almagro. Según Répide fue famoso a finales del siglo XIX y comienzos del XX por «sus pantomimas acuáticas y sus nadadoras, los éxitos de la Geraldine, las primeras prácticas hipnóticas de Onofraff y las danzas de la Bella Chiquita, que escandalizaban a la graciosísima sociedad de padres de familia».
Circo de Paúl[ ]
Fue construido en los años cuarenta del siglo XIX en la calle del Barquillo 5 y 7. Era un teatro donde su dueño, Paul Laribeau, daba funciones acrobáticas de distintas compañías. Más tarde el circo se dedicó a la ópera y luego a obras dramáticas terminando al final con una pista de patines. El circo fue destruido en 1888.
Circo de Rivas[ ]
Circo Estable[ ]
Con la desaparición en 1970 del Circo Price, Madrid se quedó sin un lugar permanente para la actuación circense. El antiguo edificio de la fábrica de galletas P.A.C.I.S.A., situado en el número 35 de la ronda de Atocha, se rehabilitó para convertirlo en un circo estable que fue inaugurado en el año 2003. De la antigua fábrica, tan sólo se conserva la fachada neomudéjar en la que destaca el arco de ladrillo sobre la entrada y la cerámica vidriada en los antepechos de las ventanas. El nuevo Circo Estable ha sido construido por el arquitecto Mariano Bayón y cuenta además de la carpa con una sala de exposiciones, una tienda y una cafetería.
Circo Gallístico[ ]
En Madrid, en el último tercio del siglo XIX hubo dos circos para peleas de gallos, uno situado en la calle de Fernando el Santo y calificado por Fernández de los Ríos como cómodo y elegante y otro en el paseo de Santa María de la Cabeza. Ambos eran circulares en torno a un espacio central y redondo donde se llevaban a cabo las peleas gallísticas.
Circo Olímpico[ ]
Ver Circo.
Circo Price[ ]
En 1853, el británico Thomas Price levantó un circo en el paseo de Recoletos, construido por Pedro Vidal. Cuando en 1876 se trasladó a la plaza del Rey, en su solar se construyó en 1880 el palacio de Elduayen, ocupado hoy por la compañía de seguros Mapfre. En 1876, el Circo Price ocupó, en la plaza del Rey, el solar del incendiado teatro del Circo, que se había construido en 1834, en el jardín de la casa de las Siete Chimeneas, propiedad del conde de Polentinos quien cedió el solar en régimen de alquiler. A Price le sucedió su yerno William Parrish que cambió el nombre por el de Circo Parrish. A principios del siglo XX recobro su primitivo nombre y combinaba espectáculos, conciertos, zarzuelas y bailes de máscaras, convirtiéndose en los años veinte en el espectáculo favorito de los madrileños. Cuando en 1926 muere Parrish le sucede su hijo quien fusiona el Price con el Circo Americano. Y después de la guerra civil pasa por distintos directores hasta que, en 1960, se lo queda la empresa Feijoo-Castilla devolviendo al Price su perdida popularidad. Inexplicablemente, el circo cerró sus puertas y fue derribado en mayo de 1970. En su lugar se levantó un moderno edificio que en la actualidad se utiliza como Secretaría de Estado de Cultura junto con la casa de las Siete Chimeneas.
El Circo Price se ha vuelto a abrir en Madrid en 2003 como circo estable de la ciudad. Está en la Ronda de Atocha, número 35. Lo gestiona el Ayuntamiento.
Circo Príncipe Alfonso[ ]
Estuvo situado en el paseo de Recoletos, entre la plaza de Colón y la calle Bárbara de Braganza. Fue construido por José María Guallarte hacia 1861 financiado por el millonario Simón Rivas, por lo que era también conocido como Circo de Rivas. Fue dedicado al que con el tiempo sería Alfonso XII. Estaba formado por un polígono de dieciséis lados con una pista circular en el centro. En 1870 pasó a denominarse Teatro y Circo de Madrid y con la Restauración recuperó su nombre de Príncipe Alfonso. Su lugar lo ocupa el edificio de Telefónica.
