Convento de Santa Bárbara
|
Entre la calle de Génova, el paseo de Recoletos, las calles Bárbara de Braganza y Fernando VI y la plaza de Santa Bárbara existió una enorme manzana ocupada enteramente por los conventos de Santa Bárbara al oeste, las Salesas en el sureste y entre los dos el de Santa Teresa y sus respectivas huertas. El convento de Santa Bárbara, de mercedarios descalzos, fue fundado en 1606 por Fray Juan Bautista del Santísimo Sacramento en el lugar que ocupaba la ermita del mismo nombre. La iglesia fue destruida durante la invasión francesa y reconstruida posteriormente. En ella se conservaba el cuerpo incorrupto de la madrileña beata María Ana de Jesús que había vivido en una pequeña celda junto al convento. Tras la exclaustración el cuerpo de la beata fue trasladado al convento de Don Juan de Alarcón, donde permanece en la actualidad. El antiguo convento de Santa Bárbara se destinó en 1839 a la fábrica de fundición de hierro de Bonaplata. Dada la situación privilegiada del edificio fue vendido en 1861 a la Sociedad de Crédito Inmobiliario dedicada a la construcción de edificios de viviendas y derribado poco tiempo después.