Laboratorios de la Residencia de Estudiantes (Artículo)

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Apenas fundada en 1910 por la Junta para Ampliación de Estudios, la Residencia de Estudiantes contó con laboratorios como parte de los recursosjcon los que, además del alojamiento, trataba de proporcionar a los residentes un entorno educativo de alta calidad. La función originaria de estos laboratorios fue, pues, docente, complemento de la formación especializada de estudiantes de medicina, farmacia o ciencias. Pronto, sin embargo, fueron también un núcleo de investigación de primera línea, que agrupó una selecta representación de las ciencias biomédicas en España hasta 1936.

Parece que fue Nicolás Achúcarro, extraordinario investigador de la histopatología del sistema nervisoso, quien organizó un primer Laboratorio de Anatomía Microscópica, dedicado a histología humana y dirigido por el luego prestigioso cardiólogo Luis Calandre. En 1912-1913 se creó el Laboratorio de Química General, que dirigió José Ranedo. Con el traslado en 1915 a su sede definitiva, la Residencia instaló sus laboratorios en el llamado precisamente Pabellón de Laboratorios, también conocido como el <<Transatlántico>>. Estos locales fueron pronto aprovechados para acomodar a otros grupos de investigación apoyados por la Junta.

En 1915 se creó un efímero Laboratorio de Química Fisiológica, dirigido por Antonio Madinaveitia. Pero fue el Laboratorio de Fisiología, creado en 1916 y dirigido por Juan Negrín, el que marcó un cambio cualitativo. Negrín, formado en Alemania, hizo investigación de nivel internacional y formó un amplio grupo de fisiólogos, farmacólogos y bioquímicos, entre ellos, los residentes Severo Ochoa y Francisco Grande Covián. El mismo año apareció el Laboratorio de Fisiología y Anatomía de los Centros Nerviosos, dirigido por Gonzalez Rodriguez Lafora, pero su funcionamiento apenas duró un par de años. Más duradero y muy relevante fue desde 1919-1920 el Laboratorio de Histología Normal y Patológica, dirigido por Pío del Río Hortega, que amplió la obra de Santiago Ramón y Cajal con aportaciones fundamentales sobre la histología del sistema nervioso. En 1920-1921 se creó el Laboratorio de Serología y Bacteriología, dirigido por Paulino Suárez, con carácter docente.

Un último laboratorio, que no suele ser citado por hallarse fuera del Pabellón de Laboratorios y porque dependía del Museo Nacional de Ciencias Naturales, fue el Laboratorio de Biología, dirigido por Antonio de Zulueta, introductor de la genética cromosómica en España y autor de contribuciones de relevancia internacional en este campo. Todo cesó con el comienzo de la guerra en 1936, que supuso de hecho el fin de la etapa fundacional de la Residencia de Estudiantes.

Fuente de la primera versión: Artículo de la Madrid Siglo XX. Enciclopedia, autor Santos Casado de Otaola