Molinos de Madrid
Los molinos, como eran hidráulicos, estaban situados junto al Manzanares. Eran molinos particulares pero controlados periódicamente por el Concejo para garantizar el abastecimiento de harina. Además necesitaban la licencia del Concejo porque tenían que ser construidos en sotos y dehesas de propiedad comunal junto al río.
El agua se obtenía desviándola del río a través de acequias, cauces y canales haciéndola llegar a la rueda que activaba el molino. Durante el reinado de los Reyes Católicos los molinos que existían a orillas del Manzanares por orden de situación fueron los de los Frailes, Migas Calientes, María Aldínez, Mohed, Arganzuela, Hormiguera, Pangía y Torrecilla.
El molino de los Frailes era propiedad del convento de San Jerónimo el Real y estuvo situado aproximadamente a la altura del palacio de la Moncloa.
El Molino de Migas Calientes se hallaba en el soto de igual nombre, en el lugar ocupado en la actualidad por los Viveros Municipales, en la carretera de El Pardo.
El Molino de María Aldínez estaba aproximadamente a la altura de la ermita de San Antonio de la Florida y es el que posteriormente fue conocido como el “molino quemado”, porque sufrió un incendio y no se restauró. Este molino dio nombre a un camino, llamado del molino quemado igualmente, que discurría entre barrancos y derrumbaderos.