Verbena de San Antonio

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La Verbena de San Antonio está dedicada a San Antonio de Padua, Santo que nació en Lisboa en 1195, que se celebra el 13 de junio en las inmediaciones de la ermita de San Antonio de la Florida.

Sobre el comienzo de la devoción a este Santo hay que remontarse al siglo XVIII, cuando en una modesta ermita, donde ahora se encuentra la ermita de San Antonio de la Florida, bajo la advocación de la Virgen de la Gracia, se introdujo una imagen de San Antonio de Padua. Esta imagen crea pronto una particular devoción, especialmente entre las lavanderas de esta parte del río Manzanares. Posiblemente el fervor de estas lavanderas fue quien le dio fama de casamentero.

Fue en 1720 cuando se construyó la primera ermita dedicada enteramente al Santo, pero debido a su modesta fabricación tuvo que ser reedificada en 1732 siguiendo los planos de José de Churriguera. En 1766 se decide abrir el Camino Real del Pardo, desapareciendo la ermita pocos años más tarde.

San Antonio de la Florida.jpg

Fue en 1792 cuando se comenzó la construcción de la ermita actual con los planos de Villamín y dirigida por Fontana. Se finaliza en 1798 y en agosto del mismo año Goya comienza a pintar sus frescos, que acaba a los cuatro meses. El 11 de julio de 1799 se inaugura y en 1881 se convierte en parroquia.

El humo de las velas y la resina de los incensarios estropeaba las pinturas y el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes toma el asunto entre manos, construyéndose una réplica en 1928 con los planos de Juan Moya Idígoras.


Se enterró a Goya a los pies del altar en 1919. Es la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando la encargada del cuidado de la ermita. Sólo se celebra misa los días 30 de marzo y 16 de abril, fechas del nacimiento y muerte de Francisco de Goya y Lucientes.


Es a mediados del siglo XIX cuando se hace famosa la romería en las proximidades de la ermita. Era ésta una zona sin urbanizar donde se extendía a lo largo del paseo los puestos de frutas y legumbres junto con los tradicionales merenderos. Las jóvenes modistillas iban la mañana del 13 de junio a pedir novio al Santo siguiendo el rito de los alfileres. Otra de las tradiciones de esta verbena es el reparto de panecillos bendecidos (el Pan de los Pobres), que protegerá los ahorros si se conserva durante todo el año.

La verbena se vio algo modificada cuando a instancias de Isabel II se urbanizó la zona y se construyó la estación de Príncipe Pío.

La verbena de San Antonio sirve de fondo a algunas zarzuelas y de protagonista absoluta al libreto de Eusebio Siena “San Antonio de la Florida” con música de Isaac Albéniz.

En aquella época los madrileños se acercaban a la ribera del Manzanares a pasar un día de asueto, con la bota de tinto, unas tortillas y unos escabeches. Previamente se asistía a misa y a la “bendición de los panecillos”. Por la tarde los puestos de verbena y los merenderos tomaban ese sabor festivo con los mantones de Manila y las chaquetillas entalladas. Las “kermeses” se llenaban de madrileños dispuestos a terminar el día con los sones del organillo.