Jardines de las Vistillas

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Los actuales Jardines de Las Vistillas se conocieron en un principio como "Cerro de las Vistillas de San Francisco el Grande”. Posteriormente en el siglo XVIII aparece en el Plano de Espinosa como "Plaza de Las Vistillas". En cualquier caso lo de Vistillas viene de las fabulosas vistas que se tienen desde ahí de la ribera del Manzanares y de la Casa de Campo. Se encuentra en las proximidades del Viaducto (Calle de Bailén).

Esta parcela se la disputaron el Concejo de la Villa y la Basílica de San Francisco el Grande, hasta que a mediados del siglo XVIII se le adjudicaron al Concejo, que se las vendió al Duque del Infantado convirtiéndose en propiedad privada.

Aquí se situó el Palacio del duque de Osuna, que compitió en lujo con el mismo Palacio Real. El solar ocupado por este palacio fue adquirido por el Obispado de Madrid para construir el Seminario Conciliar que tiene su entrada por la calle de San Buenaventura 9. Fundado en 1885 por el obispo de Madrid José María Cos e inaugurado por el obispo José María Salvador y Barrera en 1906.

Más tarde el Ayuntamiento volvió a adquirirlas pasando por distintas situaciones hasta convertirlas en la zona ajardinada que hoy es.


En los años 20 del siglo XX era un centro de mercado de melones, que provenían de los distintos pueblos de la [[provincia de Madrid y que comprados por los minoristas se repartían por todo Madrid.


Entre la calle de San Buenaventura y la Travesía de las Vistillas, se encontraba el estudio del escultor Victorio Macho, que al trasladarse pasó a ocuparlo el pintor Ignacio Zuloaga, cuyo busto puede verde hoy en los jardines.


Desde la Calle de Segovia se asciende por la llamada Cuesta de los Ciegos que cuenta con 254 escalones. Los jardines se reparten en dos zonas claramente diferenciadas, el cerro en el que se encuentra un par de fuentes, una de ellas con el Monumento a Gómez de la Serna (obra de Enrique Pérez Comendador inagurado en 1972) y una construcción semicircular con columnas y, la zona en de praderas en cuesta que llegan casi hasta la calle de Segovia.

La primera zona suele ser lugar de festejos como en las Fiestas de San Isidro o en la Verbena de la Paloma, donde se suele instalar un escenario para distintos actos, como festivales de bailes y danzas, conciertos, etc..., así como en otros momentos para fiestas y mítines políticos (desgraciadamente)). En cualquier caso pueden considerarse como una de las zonas más castizas y tradicionales de Madrid, además de encontrarse en una zona tan privilegiada por la cercanía del Palacio Real, la Basílica de San Francisco el Grande, el Viaducto, la Puerta de Toledo, el Madrid de los Austrias...

El 13 de junio de 2003 se trasladó aquí el Monumento a la Violetera, realizado por el escultor Santiago de Santiago e inaugurado en 1991 en la confluencia entre Gran Vía y la calle de Alcalá, después de estar un par de años en un almacén municipal.


Galería de imágenes[ ]


Experiencias Personales

El contenido a continuación son reflexiones personales realizadas por diferentes usuarios que han querido dejar sus vivencias, sentimientos y recuerdos sobre esta entrada.

Cuando en 1986 se celebró en Madrid el Campeonato del Mundo de Natación, en el que se inauguró la Piscina M-86, dentro de los actos de clausura se montó una verbena tradicional madrileña en estos Jardines para todos los participantes y miembros de los distintos países participantes.

Normalmente suelo asistir por San Isidro a ver las representaciones de danzas folclóricas de las casas regionales asentadas en Madrid, así como las danzas y bailes tradicionales de Madrid.