Mesones

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Diariamente a Madrid acudía a Madrid una población flotante a vender productos o a resolver problemas burocráticos que no andaba sobrada de dinero. En la ciudad existían varios tipos de hospedaje: mesones, frecuentados por los tratantes y en los que se permitía también dar alimento a los animales; posadas, eran más distinguidas y estaban destinadas a caballeros no muy bien situados en la escala social; hosterías, para los que pertenecían a la aristocracia, y albergues, donde se alojaban las clases más inferiores, llegando a parecer centros de beneficencia.

En el siglo XVII comenzaron a proliferar las posadas que tan sólo ofrecían alojamiento sin proporcionar comida ni bebidas. Por este motivo se abrieron los primeros mesones para poder alimentar a los que acudían a las posadas para pernoctar. El Mesón de Paños dio nombre a la calle donde se hallaba, al igual que el Mesón de Paredes. En la calle de Alcalá se hallaba el Mesón del Toro, Mesón de San Blas en la calle de Atocha y había dos mesones de la Torrecilla, uno en la calle de Alcalá y otro en la de Toledo. En la calle de la Montera se hallaba el Mesón de la Herradura y en la calle de Alcalá, cerca de la Puerta del Sol, estuvo el Mesón de la Media Luna.

En el siglo XVII destacaban la Posada del Peine, en la calle del Marqués Viudo de Pontejos, y la Posada de la Villa, en la Cava Baja. En el siglo XVIII existían en la calle de Toledo los mesones de las Negras, el Mesón de la Beltrana, el de la Palma y el Parador de Ocaña. El Mesón de Carreteras de Alicante estaba en la plaza de la Cebada.

En la Puerta de Segovia estuvo el Parador San Ildefonso, construido al parecer por orden de Carlos III y la Posada de los Maragatos, que cerró en 1964 y tenía dos tipos de alojamiento: los de posada y los de corrala (inquilinos estables).

En la misma calle de Segovia se hallaba la Posada del Caballo Blanco. El Mesón de San Antonio estuvo en la plazuela de Herradores y en la Cava Baja estuvieron la posada de la Soledad, la de las Ánimas, de la Merced, de la Miel, de San Juan, de la Villa, del Dragón, de San Isidro, del León de Oro y de San Pedro o Mesón del Segoviano. En la misma calle estuvieron la Posada del Agujero y la del Galgo. En la calle del Caballero de Gracia se hallaba el Mesón del Caballero.

A partir de 1833 se situaron nuevas posadas en otras calles como la de las Fuentes en que estuvo la Posada Secreta del Andaluz y la Posada Puerta Cerrada y el Mesón de los Gallegos en la de Segovia. También estuvieron en la calle de Toledo la Posada de Cádiz, la Posada Nueva, la Hostería de la Aurora y el Parador de Medina. En la Cava Alta estuvo la Posada de los Ángeles, en la de la Montera la Posada de San Luis y en la de Carretas la Posada de la Aurora.

En la calle de Atocha se hallaba la Posada de San Sebastián, donde se hospedó Riego y en la calle del Carmen, la posada de igual nombre.

Ya en el siglo XX existieron la Posada de Castilla, la del Ángel, el Mesón de la Rioja y la Posada de las Tabernillas en la Cava Baja. Y donde está el restaurante El Viejo Madrid estuvieron las posadas de Madrid y de la Merced. En la calle de la Cebada estuvo la Posada del Viento, hoy Tahona la Espiga de Oro, y según Emilio Carrere, en sus cuevas se escondió Luis Candelas.

En la Cava Alta estaba la Posada de San Antonio y en la calle de Atocha la Posada de la Cuerda, de la que se cuenta que se alquilaban sillas para pasar la noche y el nombre del establecimiento lo tomaba de la cuerda o maroma que de un extremo a otro de la habitación se tendía delante justo debajo de las sillas, con el fin de que los hospedados pudieran apoyar en ella, los brazos sobre los cuales dejaban caer la cabeza.

Los mesones eran locales modestos compuestos de patio y caballeriza, cocina -que a la vez era el lugar de reunión de los transeúntes-, y habitaciones sin ningún lujo y escasas comodidades. Desaparecieron en el siglo XIX. Los actuales mesones nada tienen que ver con los de antaño, tan sólo son lugares de copas y tapas.

Este artículo incorpora material del Diccionario Enciclopédico de Madrid, de María Isabel Gea, publicado por Ediciones La Librería, autorizada su inclusión en Madripedia bajo licencia Reconocimento-CompartirIgual